Casco antiguo de Nápoles

Nápoles es una ciudad única en el mundo, que se caracteriza por la diversidad de culturas que a lo largo del tres milenos han vivido aquí, dejando sus huellas de su pasaje en una ciudad compleja, variada y sorprendente. En cada rincón se esconde una historia, un hecho memorable, un misterio insólito. El encanto de esta ciudad entre lo hermoso y lo terrible impulsó a Goethe a afirmar que Nápoles era “un paraíso poblado de demonios”.

Parque Archeológico de Pompeya

La ciudad fue enterrada por la violenta erupción del 79 d.C., pero que para nosotros constituye un valioso testimonio de la vida cotidiana en época romana. El área arqueológica de Pompeya ocupa 9 hectáreas, y su visita significa recorrer las calles, entrar en las tiendas, en sus casas, en las termas, los teatros.. sumergirse en una auténtica ciudad romana.

Villa Poppaea en Oplontis

Esta villa residencial de época romana, se encuentra a las afueras de Pompeya y cubre una superficie de 3650 metros cuadrados. La villa consta de dos áreas; el atrio y peristilo con porches y terrazas en la zona residencial caracterizados por espectaculares frescos en “estilo arquitectónico” (estilo II), y un centro termal con piscina ("natatio") de época claudia con Nerón.

Parque archeológico de Baia

Baiae, situado en el Golfo de Nápoles, fue el lugar elegido por los aristócratas romanos para el descanso y reposo de las personalidades más importantes y preferido por los emperadores por su clima saludable y las propiedades terapéuticas de sus aguas termales. La naturaleza volcánica de la zona gracias a la explotación de sus recursos naturales, ha inmortalizado este lugar, pero que por cuestiones de “bradisismo”  fue abandonado, quedando hoy en gran parte bajo agua.

Parque arqueológico de Cuma

Cumae, situado en el área volcánica de los Campos Flegrei, fue la primera colonia de la Magna Grecia en Occidente, cuya fortaleza se impone sobre la llanura, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes y espectaculares del golfo. El aura mítica de los versos de Virgilio impregna las ruinas de esta antigua ciudad, que culmina con la famosa Cueva de la Sibila, uno de los lugares más sugestivos del mundo.

Villa y teatro di Posillipo

El gran Pausilypon pertenecía al rico y despiadado romano: Vedio Polión P., quién lo donó al emperador Augusto. Impresionantes paisajes con vistas al mar, una villa romana, un teatro odeón, piscinas y jardines colgantes que se despliegan ante los ojos de los visitantes que salen de la cueva oscura de Sejano, quedando deslumbrados por la grandeza de esta residencia imperial.

Parque archeológico de Herculano

Las espectaculares ruinas de Herculano representan una ventana abierta de un momento preciso del pasado y da testimonio de una antigua civilización romana llena de detalles, y con un excepcional estado de conservación de los materiales orgánicos único en el mundo.

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Pozzuoli

Pozzuoli fue el principal puerto de Roma en los primeros siglos del imperio romana, famoso entre los antiguos como “pusilla Roma” (“pequeña Roma”) como recoge Cicerón en su obra, porque a pesar de su pequeño tamaño, parecía una gran ciudad, frecuentado por gente de todo el Mediterráneo. Dos anfiteatros, el complejo termal conocido como el Templo de Neptuno, el “macellum” (Templo de Serapis) y el estadio, son algunos de los restos monumentales de esta ciudad con un entramado tejido urbano.

Yacimiento arqueológico de Bacoli/Miseno

Durante la época romana, los Campos Flegrei fueron un lugar de extraordinaria importancia como punto estratégico y militar, donde se construyeron imponentes infraestructuras, muestra del saber tecnológico e ingenierístico de los romanos, como por ejemplo la grandiosa cisterna de Bacoli, denominada Piscina Mirabilis, que servía para aprovisionar y suministrar a la Classis Misenensis, la principal flota de Roma estacionada en Miseno.